“Estoy muy emocionado, como lo dije en mi twitter, yo no creo en los muros, siempre soñé con jugar en México y estoy aquí para ayudar a ganar otro trofeo, otro campeonato”, dijo el jugador de 35 años en su presentación.

Donovan, integrante de la selección de Estados Unidos en los Mundiales de 2002, 2006 y 2010, es un certero delantero con experiencia en la MLS de su país y en las ligas de Alemania, con el Bayer Leverkusen, e Inglaterra, con el Everton, pero que llevaba casi un año retirado.

“Estaba contento con mi vida, recibí una llamada de mi agente y cuando una oportunidad viene hay que tener la mente abierta”, expresó.

Vestido con el uniforme del León, con el número 20 en la espalda, Donovan se dejó querer por los aficionados presentes en el estadio y agradeció el detalle de ir a recibirlo en un lunes por la noche.

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Considerado uno de los grandes enemigos del fútbol mexicano en este siglo, a veces con declaraciones punzantes, Donovan fue una pesadilla para los defensores de México cuando las selecciones de ambos países se enfrentaron, pero esta vez fue recibido de manera calurosa y declaró estar conmocionado.

“Fui el enemigo y no sabía cómo me iba a recibir, pero después de recibir más de mil mensajes de bienvenida en mi twitter me sentí mejor. La ciudad es hermosa, la gente simpática y vine para hacerlo bien”, dijo.

El jugador, cuatro veces campeón de la Copa de Oro y semifinalista de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, apostó a que alcanzará una buena forma física porque, según dijo, cuando se propone una meta, la cumple, y llegó para entregarse a su nuevo equipo.

El León, dirigido por el entrenador uruguayo Gustavo Díaz, sumó dos triunfos en sus dos primeras apariciones en el Clausura y aparece en el segundo lugar de la tabla de posiciones, con los mismos puntos que el líder Pumas de la UNAM.

Con información de EFE.