El objetivo de la medida es uno solo: ahorrar dinero. Así, cada jugador de la escuadra de Manchester seguirá con la misma cantidad de camisetas disponibles: dos de manga corta y dos de manga larga, para que cada uno de ellos elija cómo quiere jugar. Al respecto, una fuente del equipo, citada por The Sun, afirmó que:

Se les pidió que no intercambiaran camisetas para no tener que reemplazarlas. Parece una tontería si se piensa en el valor del club”.

De acuerdo con el mismo medio británico, si todos los jugadores del Manchester United intercambiaran sus camisetas, el saldo de este gesto, que es visto como amistoso en el mundo del fútbol, ascendería a las 660 libras (cerca de $ 2,5 millones).

Sin embargo, allí no termina la sugerencia (¿orden?): los jugadores tampoco podrán obsequiar sus casacas a los aficionados que asistan al estadio a ver los partidos de los ‘red devils’. De manera que si usted guardaba la esperanza de tener una camiseta del mismo Zlatan, tendrá que desechar la idea.

El requerimiento resulta paradójico si se piensa que el United es uno de los equipos más ricos del mundo, a tal punto que fue capaz de contratar los servicios del sueco Zlatan Ibrahimovic y del francés Paul Pogba, dos de los jugadores más costosos del fútbol orbital, y de mantenerles el salario requerido, que llega a las 260.000 y 290.000 libras semanales respectivamente, precisa Independent. Ese dinero, 550.000 libras en total (casi $ 2 mil millones), solo corresponde al pago por estos dos astros.

Con esta medida, el United siguió los pasos del Cambridge United, un equipo de segunda división que dio la misma orden a sus jugadores el año pasado.

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