Fue suficiente una gorra y unas gafas negras, para que el jugador del Real Madrid pasara casi que desapercibido.

En los videos que están circulando en las redes sociales se ve como el volante entra al avión, se sitúa en los primeros asientos de la aeronave y no genera mayor revuelo.

Causa curiosidad que la pasajera que está al lado de James, ni se inmuta cuando el jugador se ubica en su respectiva silla.

No se sabe si por pena, porque lo querían dejar descansar o porque realmente los pasajeros no se dieron cuenta de que James iba en el avión, dado que iba situado en la zona de primera clase, pero lo cierto es que pocos se le aceraron a uno de los deportistas más queridos de Colombia.

A excepción de una azafata y de una niña, no hay mayores registros de personas que se hayan tomado fotos con el futbolista.

Cuando llegó a Barranquilla, James fue recogido en la mismísima puerta del avión en una camioneta de la Federación que lo condujo al hotel, evitando así el encuentro con periodistas que lo estaban esperando en el aeropuerto.

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