En el juego, disputado en Cali, hubo dramatismo, goles y hasta un amago de pelea entre los jugadores de ambos equipos, que competían por quedarse con el tercer puesto del Mundial de Fútsal que se celebra en Colombia.

El primer tiempo fue muy igualado, con ambos equipos moviendo mucho el balón, con una defensa férrea y varias oportunidades de gol.

Las figuras de los primeros veinte minutos fueron los guardametas, el portugués Bebe y el persa Samimi, que atajaron todos los balones disparados con intención por sus adversarios.

Pero en la segunda parte la historia fue distinta.

En solo un minuto, en el 21, dos triangulaciones entre Ricardinho, la estrella portuguesa, y Cardinal terminaron con dos goles de éste, el primero con un balón picado y el segundo con un disparo imposible de atajar.

Pero el varias veces campeón asiático, que durante el torneo demostró su gran capacidad para remontar, puso el 2-1 en el 25 con una gran jugada individual de Kazemi, que fintó varias veces tras recibir un balón fuera del área y se sacó un disparo raso que entró por la derecha de la portería lusa.

En el 35, Javid empató en un tiro con su remate de zurda que entró imparable por la izquierda de la portería de Portugal, que no pudo repetir su mejor actuación, el tercer puesto de Guatemala-2000.

Así las cosas, los penaltis terminaron dándole el triunfo a Irán, que hizo historia al superar su mejor actuación en sus siete participaciones anteriores: un cuarto puesto en Hong Kong-1992.

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