“Mi ojo [izquierdo] recibió un impacto directo. No está funcionando”, dijo Loos, de 60 años, durante una rueda de prensa este lunes, tres días después de interponer su demanda ante una corte de Chicago (Estados Unidos).

Loos dijo que la pelota, que volaba a gran velocidad, no solo le destruyó su ojo, que podría tener que remplazarlo por una prótesis, sino que le rompió cinco huesos faciales.

Tras el golpe, debió ser sometido a tres cirugías, y necesitará “al menos dos más”, afirmó Loos.

Incidentes recientes de fanáticos heridos por pelotas errantes en los estadios elevaron los llamados a incrementar la seguridad para los espectadores en los juegos de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB).

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En septiembre, cuatro equipos se sumaron a otros diez en anunciar que expandirán las mallas de protección que se extienden detrás de la caja de bateadores hacia primera y tercera base, luego de que una niña fuera golpeada por una pelota de ‘foul’ en el Yankee Stadium, en Nueva York.

Según la demanda, más de 1.700 espectadores resultan heridos por pelotas en las gradas de los estadios de béisbol.

Un ejecutivo de los Cachorros dijo en septiembre que se agrandará la malla de seguridad en Wrigley, según medios locales.

“Hemos estudiado (…) hacia dónde van dirigidas las pelotas y obviamente vamos a alargar las mallas más y más lejos”, dijo el jefe de negocios del club, Crane Kenney, según la televisora WBBM de Chicago.

Pero Loos dijo que la MLB debe hacer más para proteger a los espectadores.

“No debería haber nada más importante que la seguridad (de los fanáticos). Este es un problema que la Grandes Ligas de Béisbol conoce desde hace décadas”, dijo.

Los Cachorros no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentario.

AFP