“¿Qué quiero yo? Que se castigue al atacante por sus reiterados actos de violencia, porque cuando yo [tenía] cuatro semanas de embarazo, hizo lo mismo, levantándome a patadas”, dijo Erazo, en declaraciones que reproduce Noticias Caracol.

“Cuando tenía 8 meses, un día no me permitió llegar a la casa y me tocó buscar dónde quedarme a dormir, en Rionegro, una ciudad que yo no conozco”, añadió la mujer.

Ella afirmó que no denunció la situación antes pues tenía la esperanza de “que la situación mejorara por su familia”.

La mujer, además, contó lo que pasó justo antes de que Mosquera le pegara este fin de semana:

Él había salido la noche la anterior. Llegó tipo 9 o 10 de la mañana a la casa con unos compañeros. Me dijo que iba a salir con los compañeros emparrandados y ya”.

Como iban a tener una visita en su casa, ella se puso a cocinar y luego salió a buscarlo para “comprar las cosas que hacían falta”:

“Cuando llegué donde estaba, se enfureció. Yo le pedí que saliera a la puerta del apartamento para hablar, porque no le iba a decir eso, que es de la casa, delante de las personas que estaban ahí”, relató la mujer y agregó:

Se salió totalmente de control. Ahí mismo empezó a jalarme el cabello, a darme puñetazos, puntapiés, a arrastrarme por el piso, a tirarme del cabello arrastándome, pegándome”.

Ella les pidió ayuda a las personas del apartamento donde estaba Mosquera, pero no obtuvo respuesta.

Después de que la indignación que generó la agresión del futbolista, ella envió un mensaje a las mujeres maltratadas para que denuncien:

El país nos respalda, la ley nos respalda, pero nos da miedo”.

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