Los gemidos causaron que el partido, del Abierto de Sarasota, se suspendiera por unos momentos. En el Estadio James T. Driscol, ni los tenistas ni el comentarista Mike Cation sabían qué sucedía.

A Tiafoe le parecieron graciosos los sonidos de placer, pues sonrió, mientras que Krueger reaccionó de otra manera. De acuerdo con The Sun, cogió una pelota y la lanzó hacia donde creía que provenían. La bola salió de la cancha.

Ellos siguieron jugando, pero los gemidos no paraban. “¡No puede ser tan bueno (el sexo)!”, gritó Tiafoe, citado por el medio.

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Entretanto, en las gradas, una madre le pedía a su hijo que se tapara los oídos.

Por su parte, el narrador pensó que, en la tribuna, alguna persona estaba viendo un video porno con su celular, pero, finalmente, concluyó que se trataba de una pareja que tenía relaciones sexuales en un apartamento cercano.

Tiafoe derrotó a Krueger por 6-3 y 6-2.

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