Son gemelas idénticas: los mismos ojos, tipo de pelo, estatura y contextura, pero son fáciles de identificar, ya que Mónica vistió los colores de México y Sabrina los de Estados Unidos en el partido de los cuartos de final del Mundial sub-20 que se disputa en Papúa Nueva Guinea.

El encuentro fue ganado por las estadounidenses 2-1 con un gol en el último minuto. Cuando se acabó el duelo y mientras sus compañeras celebraban a rabiar, Sabrina prefirió ir a consolar a su gemela que estaba deshecha en lágrimas. Así demostraron que los lazos familiares están por encima de cualquier cosa.

Las hermanas nacieron en New Jersey y las dos estudian medicina en la Universidad de Norte Drame, pero no es claro por qué Mónica optó por jugar con México, el país de sus padres, y Sabrina prefirió Estados Unidos, señala NY Daily News.

“Se siente raro. Ya nos había pasado esto una vez jugando en contra en el preclasificatorio de Concacaf hace casi un año. Es curioso que suceda esto, pero no importa, yo siempre voy a dar todo lo que tengo que dar sin que nada me importe”, aseguró Mónica a la Fifa, antes de que se realizara el partido de cuartos de final.

En cuanto a cuál selección apoyan más sus padres, la defensora (su hermana también juega en esta posición) aseguró que como es normal, mientras jueguen las dos no hay ninguna preferencia: “generalmente no sufren. Al contrario, se emocionan y nos apoyan parejo a las dos. Ellos lo que quieren es que tengamos un buen partido”.

Lo cierto es que sin importar el resultado, la rivalidad solo quedó en la cancha y las gemelas seguirán tan unidas como siempre.

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