Con rituales indígenas, a bordo de una canoa hawaiana, suspendida de un helicóptero, a pie o a caballo, la flama que regirá los primeros Juegos Olímpicos de América del Sur recorrerá el gigantesco territorio de Brasil cargada por 12.000 personas hasta llegar al mítico estadio Maracaná.

Encendida en la ciudad griega de Olimpia, cuna de los Juegos en la Antigüedad, la antorcha será recibida por la presidenta Dilma Rousseff en el Palacio de Planalto.

Fabiana Claudino, capitana del equipo femenino de voleibol, doble campeón olímpico, fue elegida para ser la primera portadora del fuego sagrado del olimpismo en Brasilia.

El avión, cuya llegada había sido inicialmente anunciada para las 06H30 locales (5:30 en Colombia), arribó con más de una hora de retraso. El piloto agitó una bandera brasileña por su ventanilla tras el aterrizaje.

El presidente del Comité de Organización Río 2016, Carlos Arthur Nuzman, fue quien descendió por la escalera del avión portando la llama, que flameaba en una pequeña lámpara.

En el mundo antiguo, la llegada de la llama anunciaba una tregua para que los atletas pudieran trasladarse a Olimpia para la competencia, una referencia a la que Rousseff apeló recientemente para convocar a un tiempo de concordia.

La gira de 95 días fue decidida por el Comité Organizador de Río 2016 tras consultas a diferentes órganos, incluyendo el Ministerio de Turismo.

En un recorrido de 20.000 kilómetros por carretera y otros 16.000 kilómetros por avión, la llama pasará por 500 ciudades, aunque tan sólo dormirá en 82 de ellas y en muchas otras tan sólo se verá el paso de una caravana de vehículos.

Estas 82 fueron escogidas por ser capitales regionales, por su importancia económica o por ser destinos que el Gobierno quiere promover, admitió la estatal Empresa Brasileña de Turismo (Embratur).

Con información de: AFP/EFE

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