En un comunicado publicado en su Twitter con el título ‘Mi visión’, el británico advirtió la situación y aconsejó a la Unión Ciclista Internacional (UCI) y a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que examine “urgentemente” las llamadas “Autorizaciones por Uso Terapéutico” (TUE, sus siglas en inglés).

El pronunciamiento completo dice lo siguiente:

Me tomo muy en serio mi posición en el deporte y sé que no sólo he seguido las reglas, sino que he ido más adelante aún con el fin de ser un buen ejemplo, moral y éticamente.

Es claro que el sistema TUE está abierto al abuso y creo que esto es algo que la UCI y la AMA necesitan abordar urgentemente. Al mismo tiempo, hay deportistas que no sólo siguen las reglas en vigor, sino también las del juego limpio.

Nunca he practicado el ‘vencer a toda costa’ en ese sentido. No busco empujar hasta el límite de las reglas. Creo que esto es algo de lo que los deportistas deben responsabilizarse por sí mismos hasta que se aprueben protocolos más estrictos”.

El tres veces ganador del Tour de Francia habló por segunda vez sobre este tema, después de que este mes piratas cibernéticos rusos perpetraran un ataque contra la AMA y filtraran datos confidenciales de deportistas, entre ellos el propio Froome.

Entonces, el ciclista del equipo Sky dijo que no estaba “preocupado” por la filtración, pues ya había hablado abiertamente sobre sus TUE con los medios de comunicación, la última ocasión en 2014, cuando confirmó que en sus nueve años como profesional había pedido dos exenciones para el asma.

En las dos ocasiones en que el ciclista pidió un TUE, las autoridades le permitieron tratar su asma con el fármaco Prednisolona.

La última, durante el Tour de Romandia de 2014, fue objeto de una fuerte polémica tras conocerse que la UCI aceleró la tramitación de la solicitud de Froome para esta carrera, que acabó ganando por delante del esloveno Simon Spilak y el portugués Rui Costa.

Con EFE.