Con el 1-1 del partido de ida en el Maracaná, y sin que ninguno de los dos equipos lograra abrir el marcador durante los 90 minutos reglamentarios, la Copa acabó por quinta vez en su historia a manos del Cruzeiro después de que Diego fallara un penal para los cariocas.

Thiago Neves marcó, pese a resbalar, el penal que dio el definitivo 5-3 a los de Belo Horizonte, desatando la fiesta entre los más de 60.000 espectadores del Mineirao, y la furia del arquero flamenguista Alex Muralha, quien protestó porque Neves —aparentemente— golpeó el balón con los dos pies.

Pero una de las cámaras dejó claro que el pie de apoyo de Neves, en este caso el derecho, se deslizó a varios centímetros del balón, y no alcanzó a tocarlo. De lo que no queda duda en ninguno de los ángulos, es que fue un golazo.

Para los celestes completaron los disparos Henrique, Léo, Hudson, Diogo Barbosa y Neves, mientras que Paolo Guerrero, Juan y Trauco lo hicieron para el ‘Fla’.

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El partido tuvo pocas ocasiones de gol y fue especialmente accidentado para los campeones, que se quedaron sin Raniel, lesionado en los primeros minutos del juego.

Esta final era una importante prueba para el colombiano Reinaldo Rueda, que dirige al Flamengo desde hace solo unas semanas y buscaba la cuarta copa para los de Rio, después de haberla ganado por última vez en 2013.

Entre tanto, Cruzeiro consiguió el primer boleto de Brasil para la Copa Libertadores de América 2018. Los cupos restantes se definirán en el Brasileirao.

Con información de: AFP

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