El árbitro ordenó cerrar el techo de la arena Rod Laver, debido a los 37 grados de temperatura que marcaban los termómetros en Melbourne. Sin embargo, la humedad y el calor hicieron mella en los protagonistas.

El primer set comenzó con un quiebre a favor del suizo y terminó apenas 24 minutos después, con marcador de 6-2. Federer jugó al límite, y no obstante logró una efectividad superior al 90 % en sus saques.

La final, como la esperaba el público, comenzó en el segundo. Ni el suizo ni el croata cedieron sus servicios y decidieron el resultado en el ‘tie break’, donde Cilic confirmó su mejoría y empató el partido.

El tercer set fue nuevamente para el expreso suizo, que reservó los mejores saques del partido y lo ganó en menos de media hora, quebrando nuevamente el servicio de Cilic, que poco pudo hacer para cambiar el resultado.

Aunque el cuarto set comenzó con dominio de Federer, las dos horas de juego le empezaron a pasar factura y Cilic lo remontó, consiguió ganar por 6-3 y forzar el quinto set.

El suizo sabía que un set largo favorecería a Cilic, 7 años menor, echó el resto y lo definió con contundencia, 6-1 en el set final.

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El último punto, un ‘ace’ donde la pelota pegó más fuera que dentro, terminó con el croata pidiendo un ‘challenge’, que retrató la clave del partido: Federer tuvo que ir al límite para ganarlo.

 

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