El Toyota número ocho, que Alonso comparte con el japonés Kazuki Nakajima y el suizo Sébastien Buemi, precedió en la meta al segundo Toyota, el número siete, y al Rebellion no híbrido número uno, al término de la primera prueba de la temporada 2018-2019.

El piloto español había obtenido la ‘pole position’, tras la descalificación del otro Toyota.

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El asturiano compaginará esta temporada el Mundial de Fórmula 1 y el Mundial de Resistencia, donde su gran sueño es participar y ganar las 24 Horas de Le Mans.

“Lo que primero quiero hacer es sentir y vivir Le Mans, una carrera enorme”, había lanzado Alonso como una declaración de intenciones.

Y en su debut en el Mundial de Resistencia, en Bélgica, las sensaciones no pudieron ser mejores.

Alonso afronta una cargada temporada, con 21 carreras de Fórmula 1 y 5 pruebas de resistencia, lo que suma 26 citas en 36 semanas.

El español no esconde su ambición de convertirse en el segundo piloto (tras Graham Hill en los años 60-70) en ganar la Triple Corona del automovilismo; el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco (que lo logró en 2006 y 2007), las 24 horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis (que disputó por primera vez el año pasado).

En categoría LMP2, se impuso el trío formado por el antiguo piloto de Fórmula 1 francés Jean-Eric Vergne, su compatriota Andrea Pizzitola y el ruso Roman Rusinov (G-Drive Racing), invitado para esta prueba.

Con información de AFP