En Río 2016 las dos jóvenes concretaron un sueño, no solo suyo, sino de varias generaciones de deportistas de nado sincronizado en el país.

“Fue una vivencia maravillosa, el premio a 20 años de carrera deportiva, pero las cosas no se terminaron ahí y vamos por más”, aseguró a Pulzo Mónica Arango.

“Me siento muy privilegiada por hacer parte de ese logro. Todo el país fue demasiado especial con nosotras desde que se supo que clasificamos”, complementó Estefanía Álvarez.

Estefanía Álvarez y Mónica Arango
Estefanía Álvarez y Mónica Arango hicieron historia en Río 2016 al ser las primeras colombianas que participan en el nado sincronizado de unos Juegos Olímpicos. / Foto: AFP

 

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Si el hecho de llegar a Brasil fue ya una victoria, el resultado en tierras cariocas también fue excelente, pues lograron el puesto 16, por encima de potencia de esa disciplina.

Dentro de la rutina libre, las deportistas innovaron y hasta se convirtieron en embajadores de la cultura musical de Colombia, ya que como música para su actuación utilizaron el mapalé.

Pero todo debe evolucionar y  el nado sincronizado no es la excepción, por lo que Estefanía y Mónica para sus nuevas competencias preparan otra presentación.

“Renovamos la rutina. Ya llevábamos muchísimos años con la misma, entonces era hora de cambiarla. La nueva es muy diferente, más clásica, y tiene que ver con las valquirias de la mitología nórdica”, contó Estefanía.

Una de las competencias donde estrenarán la rutina es el campeonato mundial de natación en Budapest, Hungría, que se realizará entre el 14 y el 30 de julio próximos.

Estefanía Álvarez y Mónica Arango
Estefanía Álvarez y Mónica Arango en el Mundial de Natación de Barcelona en 2013 / Estefanía Álvarez y Mónica Arango en el Mundial de Natación de Barcelona en 2013
Estefanía Álvarez y Mónica Arango
Estefanía Álvarez y Mónica Arangodurante su presentación en Río 2016 / Foto: Getty

“Ya el mundo del nado sincronizado nos identifica, entonces hay que seguir mostrando el trabajo, que la calidad va aumentado y avanzar en la escala”, sostuvo Mónica, quien añade que la mira está puesta en Tokio 2020, Juegos Olímpicos a los que será aún más difícil de asistir, pues redujeron el número de equipos que se clasificarán.

Pese a la duro que pueda ser, por supuesto las dos paisas no se rendirán y trabajarán duro para concretar este nuevo objetivo, máxime ahora que cuentan con un mayor apoyo y reconocimiento.

“A Brasil llegamos básicamente gracias a Indeportes Antioquia y de la Liga de Natación de Antioquia, pero ahora ya contamos con más apoyo de Coldeportes”, aseguró Mónica, aunque recordó que todavía no es suficiente y sobre todo de la empresa privada puede haber un mejor acompañamiento.

Toda una experiencia!! #TBT #2014 #EnSantaElena #HaceUnTiempito ph: @eduarsalas makeup: @magda.garces

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Al tiempo que entrenan fuerte, las nadadoras también estudian sus carreras profesionales, Estefanía, Estadística en la Universidad Nacional, y Mónica, Psicología en la Universidad de Antioquia.

Como decían, ahora gozan de más reconocimiento por parte de los colombianos, no solo por su talento en el deporte, sino también por su belleza, algo que aunque no deja de sonrojarlas, intentan utilizar a su favor. “A veces uno se puede intimidar, pero lo que siempre buscamos es que se dé a conocer más este deporte y pueda crecer más”, aseguró Estefanía.

Precisamente, aunque no compitan, a las bellas paisas es común verlas en los torneos de natación, no solo los de nado sincronizado, a donde van a apoyar a esas nuevas generaciones de deportistas.

Por Édison Monroy
Pulzo.com/deportes