Faltando un minuto para que se acabara el encuentro, un jugador del Marchamalo llamado Mario comenzó a regatear rivales desde su propia cancha. Poco a poco cayeron como conos los siete jugadores que se ‘quitó’ de encima antes de que el balón terminara al fondo de la red.

Lo que realmente llama la atención es la pasividad con la que los futbolistas del Toledo intentaron quitarle el balón, si es que hubo esa intención. Parecía como cuando un jugador de Play Station suelta el control: los jugadores apenas se mueven, siguen el balón.

El resultado fue 2-0 a favor de la visita, marcador que será apenas una anécdota si se comprueba un posible amaño. Las autoridades de La Liga español ya comenzaron a investigar los hechos, según Infobae.

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