“Durante las últimas cinco temporadas, hemos estado monitoreando a los jugadores en la cancha. Observamos las coordenadas ‘X’,‘Y’ de los jugadores y las ‘X’,’Y’ del balón. Recogemos estas coordenadas y través de estas nuestros computadores aprenden el juego”, explica Steve Hellmuth, videpresidente de operaciones y tecnología de la NBA, consultado por El País de España.

Después, los dispositivos son programados para identificar los distintos tipos de jugadas, los movimientos recurrentes de cada equipo y las anotaciones que tienen mayor valoración, como los triples, agrega Hellmuth.

Esta información, dice El País, es tenida en cuenta a la hora de contratar deportistas y determinar sus sueldos.

Otro objetivo es ofrecer datos en tiempo real para que el entrenador, por ejemplo, pueda dar instrucciones a los jugadores.

“Cada jugador tiene un espacio limitado, un número de ranuras para almacenar información, y tiene que interiorizar muchos mensajes. Así que será la habilidad del entrenador para darle al jugador el mensaje adecuado lo que determinará la eficacia del propio entrenador y del jugador”, precisa Hellmuth.

La NBA también cuenta con otra ayuda tecnológica para ayudar a las decisiones arbitrales, el ‘Instant Replay Center’, una sala de monitoreo inaugurada en la temporada 2014/15.

Ese espacio, explica Hellmuth, graba 12 ángulos diferentes en cada partido y es 20 veces mejor de lo que se puede ver por televisión. Cuando el referí del juego llega a donde están los árbitros de mesa, estos ya han revisado en monitores las jugadas que estén en discusión y pueden indicarle lo que ha sucedido. Además, hay otro árbitros y asesores en el ‘Instant Replay Center’ que puedan dar más precisión sobre las jugadas discutidas.

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