Los inicios fuera de las fronteras italianas no es algo extraño en el Giro, que en 2012 comenzó en Dinamarca, en 2014 en Irlanda y en la edición de este 2016 lo hizo en Holanda.

Sin embargo, visitar Japón podría suponer un antes y un después en las ambiciones de las grandes vueltas por etapas, por extender su interés más allá de Europa.

Según el diario La Stampa, un hólding empresarial habría propuesto la celebración de cuatro etapas del Giro en territorio japonés. Una de ellas podría ver al pelotón subir incluso el mítico Monte Fuji, a cambio de unos 35 millones de euros (unos 40 millones de dólares).

Cada equipo participante, además, recibiría entre 250.000 y 500.000 euros para hacer frente a los gastos de traslado y logística.

Tokio está a 10.000 km de Roma y el vuelo entre ambas capitales dura unas 12 horas.

La mayoría de los jefes de equipo consultados por la AFP no ven clara la idea, sobre todo por la complejidad y el gasto a afrontar.

“(Para el inicio de este año) Hemos necesitado dos estructuras: una en Holanda para las tres primeras etapas y otra en Italia para el resto del Giro. Solo los corredores son los mismos”, declaró el patrón del AG2R La Mondiale, Julien Jurdie.

“Estas ideas solo tienen sentido desde un punto de vista económico”, añadió el mánager general Philippe Chevallier.

“Incluso aunque des a los corredores un día de descanso tras el viaje (de regreso a Italia), los deportistas necesitan reposar en condiciones óptimas. Sufrir de ‘jetlag’ tras tres días de dura carrera va en contra de la idea de un deporte ético en un momento en el que estamos tratando devolver algo de credibilidad a este deporte. Simplemente, no es razonable”, añadió.

En la década de 1980, el Tour de Francia ya estudió la posibilidad de iniciar la carrera en Guadalupe, pero el plan no cuajó por el alto coste que suponía.

Con información de AFP.

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