[Al final de esta nota encontrará un sondeo para que opine]

Calvás acepta que el fútbol sirve para evadirse de la cruel vida que “nos tocó llevar a cada uno”, pero duda de si se ha llevado al extremo esa “puerta de escape a la realidad” que ofrece ese deporte.

Se admira de lo que denomina la “histeria colectiva” que invade a gran parte de los colombianos cuando juega la selección. “El público sufre y celebra, mientras lanza madrazos estúpidos a la pantalla de un televisor que jamás va a responder”, dice en su columna del diario capitalino.

“Es como si nos jugáramos la vida, como si del triunfo de la selección dependiera un mejor mañana”, agrega. “Lo que ellos hagan o dejen de hacer poco va a servir para llenar la nevera de mi casa o pagar las deudas que me esperan en el banco”.

LO ÚLTIMO