Mejía recuerda en su texto que el actual máximo rector de los clubes de fútbol en Colombia es por esencia político (aspiró a la Gobernación del Huila) y dice que “como buen político le gustan las apariencias y por eso se gasta una millonada en un nuevo logo y en cocteles y fiestas donde aparezcan puliditos y bien puestos los directivos”.

Pero según dice el periodista en su columna, los aires renovados que Perdomo le ha tratado de dar a la Dimayor con la creación de una nueva imagen, no pueden ocultar su realidad interna, que según él es la siguiente:

  • La pelea del G-8: Los equipos grandes y los pequeños “están agarrados, divorciados, tirándose los platos y rompiendo vajillas… Se atacan de forma virulenta y amenazante”.
Dimayor 1 Getty
Dimayor / Dimayor 1 Getty
  • Reclamos arbitrales: A causa de lo anterior, técnicos de equipos históricos como Deportivo Cali, Junior de Barranquilla y Atlético Nacional han protestado persecuciones arbitrales, cuando según Iván Mejía “durante años y años, esos clubes han sido visiblemente favorecidos en contra de los pequeños.
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  • El estado de las canchas: Algunas están peor que las que se utilizaron para inaugurar el campeonato de fútbol en Colombia hace 70 años.
  • Desorden de la Liga: “Es incoherente en el calendario; los arbitrajes son una porquería en su gran mayoría y la pérdida de espectadores lo ratifican plenamente”.
Foto: Getty Images

 

Es así como el polémico periodista señala que “por más colorinches” que tenga el nuevo símbolo de la Dimayor, dentro de ella los muebles están rotos y las paredes sin pintura. De esta manera le sugiere a Perdomo que su mejor desempeño está en la política “donde se mueve como pez en el agua”.

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