Se trató de la apertura de una oficina de conjunto azulgrana en Nueva York; allí se le vio a Raúl González abrazado con Hristo Stoichkov, uno de los más afamados ‘enemigos’ de la hinchada de Real Madrid, hecho que desató aún más la ira de los fanáticos blancos.

Dijo Raúl, tal cual cita Voz Pópuli sus palabras en el programa El Transistor de la emisora Onda Cero:

Yo represento a la Liga y debía estar como lo hice con el Málaga, la Real Sociedad o el Éibar en sus giras…”

González agregó que fue bien tratado en el Santiago Bernabéu durante el más reciente partido ‘merengue’; sin embargo, otro panorama fue el que mostró el reconocido programa de televisión ‘El Chiringuito’, que fue a la famosa puerta 55 donde está un sector de los hinchas más radicales:

“Hice lo que tenía que hacer, tengo mi conciencia tranquila… Quiero que gane el Madrid, pero hay que reconocer cuando los demás lo hacen bien y yo creo que ser ‘anti-algo’ no entra en mis valores”, respondió Raúl a quienes piensan que por ser un ídolo blanco debe odiar a quienes hacen parte del eterno rival.

Un texto de opinión del diario El Mundo escrito por Orfeo Suárez defiende la actitud del excapitán ‘merengue’ y elogia su capacidad de decidir por sí mismo:

Raúl acudió al acto del Barcelona como embajador de la Liga, pero me atrevo a pensar que lo habría hecho igualmente, en caso de ser invitado a título individual. Fue un capitán ejemplar del Madrid, pero también un futbolista y una persona que se construyeron a sí mismo, sin prejuicios, ni rehenes”

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