Dice el texto de Alfredo Relaño que la reaparición del éxito colombiano en las grandes vueltas es la confirmación de que ahora hay un ciclismo más limpio y por esto celebra y justifica la forma cómo la plaza de Cibeles en Madrid luciera como la capital colombiana, convertida en un mar de banderas tricolores durante la celebración del título en La Vuelta.

La existencia de lo que el columnista llama “la barra libre de EPO” hizo que los ‘escarabajos’ —de condiciones naturales para pedalar, gracias a las grandes alturas del país— desaparecieran casi por completo de las grandes rondas ciclísticas, añade el escrito.

Relaño puntualiza:

El bache terminó hace poco, con Quintana de adalid. Pero no está solo él, hay otros, entre ellos Chaves. Señal de que, en efecto, aquello de la EPO ya queda atrás”

De igual manera, el escritor califica a Colombia como un bello país que lo ilusiona con que el triunfo de Nairo “afloje las tensiones” actuales del plebiscito por la paz “y provoque un efecto benéfico en los ánimos que se traduzca una decisión generosa en un día tan difícil”, como sucedió en 1948 cuando la victoria de Gino Martali en el Tour de Francia evitó una guerra civil en Italia.

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