“Ya he hablado con el presidente del Celta y ahora están elaborando el informe técnico. La decisión es irreversible. Esta noche el temporal fue muy severo, levantó la cubierta, una de las chapas; los bomberos no pueden acceder para arreglarlo. El campo no está en condiciones y vamos a primar la seguridad, en estas condiciones no se puede jugar mañana”, explicó el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la radio española Cadena SER.

A pesar de estas declaraciones, la Liga no ha hecho oficial la suspensión, tampoco el Celta ni el Real Madrid.

“El Celta está esperando la confirmación de la suspensión del partido del domingo”, señaló el club en la red social Twitter.

El partido Deportivo-Betis, que el viernes tenía que abrir la 21ª jornada, fue aplazado a una fecha posterior debido a las ráfagas de viento que han dañado las cubiertas del estadio Riazor, en La Coruña, también en Galicia.

La Agencia Española de Meteorología (AEMET) emitió una alerta por temporal en el litoral gallego (noroeste del país), con ráfagas que podían alcanzar los 140 km/h en ciertas zonas.

Por su parte, el Alavés, que esta semana recibe al Celta en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey (ida 0-0), publicó un comunicado este sábado solicitando el aplazamiento de su partido si finalmente no se disputa el encuentro de Liga.

“Instamos a que la Liga de Fútbol Profesional valore todas las opciones posibles, tales como acotar las zonas del estadio que puedan poner en peligro la seguridad de los espectadores y jugadores, o la posibilidad de disputar el encuentro en otra localización”, señaló el club vasco.

Con AFP

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