El tema de la renovación del contrato del astro argentino, cuyo plazo vence en mes y medio, tiene  “preocupado, intranquilo, desasosegado”, a Serrat, que no quiere que se repita el caso de Neymar.

Por eso, le aclara a Bartomeu que si se atreve a tocar el tema de Messi es porque en el escaso plazo de un mes y medio “el enigma” sobre ese jugador “ha de resolverse, si no está ya resuelto de manera definitiva”.

“Son 45 efímeros días, que podrían parecerse mucho a un vicrucis si recordamos los dimes y diretes que precedieron a la salida de Neymar del FCB sin que los aficionados —que no tenemos acceso a información privilegiada— pudiésemos adquirir conciencia oportuna, clara y veraz de lo que estaba ocurriendo”, se queja Serrat en la carta publicada por El País.

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“Pasan los días sin que nadie sepa darme una respuesta al asunto. Lo de Neymar también estaba arreglado, ¿se acuerdan…? ‘Tudo bem, tudo bem…’. ¿Les suena?”, agrega.

De ahí que lance un grito desesperado a los hinchas: “Digámoslo claro. Culés del mundo: Leo Messi puede negociar a partir del 1.º de enero con quien quiera y por lo que quiera”; y una advertencia a Bartomeu: “Si este hombre veloz, chiquito y gambeteador se va de esta institución que uno sigue pensando que es la nuestra, señor Bartomeu, no le arriendo a usted las ganancias”.

Y, claro, dedica unas estremecedoras líneas a Messi: “Querido Leo: Te he visto crecer como futbolista en nuestras divisiones inferiores y llenar nuestras vitrinas con trofeos que nos han llenado de orgullo. Será muy difícil que este club disfrute de otro jugador como tú, y la gratitud de los aficionados del FC Barcelona a ti, a pesar de lo efímeros que somos, será eterna”.

Pero el cierre es aún más conmovedor, digno de quien escribió piezas memorables como ‘Mediterráneo’, ‘Aquellas pequeñas cosas’, ‘Pueblo blanco’, ‘Barquito de papel’, ‘Lucía’, e interpretó otras significativas del poeta Miguel Hernández:

“No quisiera que vistieras otra remera que no fuera la blaugrana, pero si en algún momento como en alguna ocasión has dicho, decidieras, terminar tus días deportivos en Newell’s, te juro en el nombre del Negro Fontanarrosa que si mi corazón canalla aún palpita, te acompañará hasta el parque Independencia vestido de leproso para darte las gracias por tanto, tanto y tanto fútbol”.

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