Y con esos tantos no solo demostró que el esfuerzo de Nacional por ficharlo no fue en vano, sino que clasificó al equipo a una final de Libertadores después de 21 años.

Sus dos primeros tantos fueron nada más y nada menos que en el Morumbi, consiguiendo la primera victoria en ese mítico estadio para el club paisa. Luego, ocho días después, volvió a hacerlo en el Atanasio, dándole tranquilidad a una hinchada que alentó sin parar al verde de la montaña.

Esa gesta solo la habían logrado dos delanteros en la historia del continente, según apunta Oh Nacional. El primero, también con Nacional, fue Albeiro Usuriaga, en la edición de 1989 ante Danubio. El otro, para muchos el mejor jugador de la historia: Pelé. El brasilero lo hizo con Santos en la versión 1963 frente al Botafogo, año en donde quedó campeón.

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