El encuentro por los cuartos de final tenía la máxima escala de valoración de riesgo, de acuerdo con Marca, y así se evidenció.

Fanáticos radicales de ambos equipos iniciaron una batalla en las propias tribunas del estadio francés, donde fueron lanzados objetos peligrosos de un lado al otro como petardos de gran potencia y bengalas.

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El riesgo que representaba estar en medio del enfrentamiento hizo que muchos aficionados que no tenían nada que ver corrieran a protegerse en el centro del campo, como cuenta Eco Diario.

 

Finalmente el presidente del Lyon Jean-Michel Aulas persuadió desde la grama a los hinchas de su equipo para que regresaran a sus asientos e invitarlos a la calma que llegó al cabo de un rato.

Dijo un fotógrafo de la AFP que “los aficionados turcos cargaron contra un empleado del estadio y le hirieron”, pero aun así el juego se llevó a cabo con victoria para los locales por 2 a 1, en remontada que se dio dentro de los últimos 10 minutos.

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