Las más claras opciones fueron para el Sevilla, que aprovechó la expulsión de Javier Mascherano en el minuto 35 del primer tiempo. Ese hecho produjo que el Barcelona tuviera que soportar las embestidas del rival.

Ante la adversidad, la figura de Marc Andre Ter Stegen en el arco culé se hizo cada vez más grande. En el primer tiempo le sacó una muy clave a Banega y en la segunda mitad vio cómo el palo lo salvó.

La mala suerte de Barcelona se extendió a la lesión de Luis Suárez, quien dejó el terreno de juego por Rafinha y se le vio desconsolado en el banco de suplente, lo que hace prever que es grave.

En el minuto 92 Banega vio la tarjeta roja por derribar desde atrás a Neymar cuando se perfilaba solo frente a la portería. Lionel Messi corbó el tiro libre, pero el portero Rico atajó.

En la prórroga los papeles cambiaron un poco, pues ya los dos estaban con 10 jugadores. Y en un contragolpe conducido magistralmente por Messi, quien habilitó a Jordi Alba, llegó el primero gol del partido.

Luego del gol pasó de todo: se lesionó el árbitro, expulsaron a Carriço por una falta contra Messi y, después, el argentino volvió a vestrise de 10: habilitó a Neymar para el segundo.

De esta manera Barcelona obtiene el doblete: ganó la Liga y la Copa del Rey.

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