Ambos equipos se tomaron más en serio este partido que cualquier otro amistoso desde que el balón echó a rodar. Los titulares del Madrid y el Barza cambiaron el chip de mediados de julio cuando se vieron frente a frente y un inusual ritmo competitivo floreció desde que el marcador se abrió a los tres minutos.

El artículo continúa abajo

Messi se encargó de que la acción comenzase pronto, en concreto en el minuto tres de juego, cuando agarró la bola en la frontal, regateó hacia dentro a Marcelo y disparó con el interior de su pierna izquierda. La pelota dio en Ramos e hizo un globo al que Keylor Navas no llegó:

El gol impulsó al Barça ante un Real Madrid dormido y desorganizado que acumuló muchos errores en defensa en los primeros compases.

Tantos que, en una de las siguientes llegadas, Neymar centró raso hacia la media luna, lugar en el que esperaba el croata Ivan Rakitic para engancharla al primer toque y mandarla a la red con un tiro ajustado al palo izquierdo de Navas.

Zidane juntó líneas de inmediato para detener el ímpetu del Barza y, aunque la pelota seguía siendo azulgrana, otro croata, Mateo Kovacic, salió al rescate del Madrid.

En línea de tres cuartos, el mediocentro tiró una pared con Asensio y después dribló a Piqué pasándose la pelota con rapidez de izquierda a derecha.

Desde la frontal y sin oposición, lanzó de manera potente a media altura, lejos de Cillessen, y volvió a meter a los blancos en el partido, al primer clásico fuera de España desde 1982.

Las gradas del Hard Rock Stadium viraban con un encuentro loco que en el minuto 14 ya tenía tres goles en el marcador.

El Madrid se metió de lleno en la contienda, igualó la intensidad de su rival y aparecieron entonces los primeros ‘piques’, tradicionales en los clásicos.

Neymar se encaró con Carvajal en un encontronazo en la banda y a partir de ahí ambos futbolistas se lanzaron frases durante todo el encuentro. El madridista incluso le propinó un codazo que quedó sin castigo por el estadounidense Jair Marrufo, pero Neymar no entró al juego.

Entre los rumores por su marcha, el brasileño fue el más activo en el cuadro dirigido por Valverde, contó con varias ocasiones y no dejó de buscar el gol, sin fortuna, hasta que fue sustituido en el minuto 72.

Por el Madrid, lo más destacado fueron las continuas apariciones de Marco Asensio, que además empató el duelo pasada la media hora con una carrera velocísima desde el centro del campo hasta la frontal, donde cedió la pelota a Bale y la recibió de nuevo solo en área pequeña.

El mallorquín fusiló a Cillessen y se permitió el lujo de hacerlo por el palo corto del portero.


Una falta lanzada desde el lateral por Neymar, que dio su segunda asistencia de gol de la noche, la remató Piqué en el área pequeña para decidir el partido al comienzo de la segunda mitad, que a la postre tuvo mucho menor ritmo con los cambios de Zidane y Valverde.

 

Con información de EFE.