“La gente está utilizando el fútbol para hacer vandalaje, para crear caos en la ciudad y eso no lo podemos permitir”, dijo Armitage ante los medios de comunicación.

El alcalde estaba visiblemente ofuscado luego de los graves actos de violencia que se presentaron antes y después del partido de Copa Colombia entre América y Deportivo Cali. La situación llegó al punto de que final del encuentro, ambas hinchadas invadieron el campo de juego y se agredieron.

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Armitage recordó que pretendía suspender el partido porque creía que se podía presentar este tipo de trifulcas, pero se dejó convencer de los organizadores, lo que calificó de un error.

Asimismo, aclaró que no es posible desplegar un amplio pie de fuerza pública, pues el resto de la ciudad también los necesita, por lo que mandan alrededor de 1000 policías al estadio y estos no pueden controlar la situación de violencia.

“Mientras la gente entienda que el fútbol no es un deporte, sino un medio de violencia y la violencia siga en el fútbol, voy a prohibir el fútbol”, sostuvo el máximo mandatario de los caleños.

“Me encanta el fútbol, pero eso no puede seguir así. Primero está la ciudad que el fútbol”, añadió.

Al medio día de este jueves, el América de Cali publicó un comunicado en el que rechaza los disturbios ocurridos en el Pascual Guerrero y señala que se prohibirá el ingreso de barras visitantes a los encuentros de la ‘Mechita’.

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