“Los aficionados no pueden perder de vista que cuando agreden a un jugador de fútbol en Twitter no están en el diván, están atentando públicamente contra un ser humano que lo único que hace es ganarse la vida pateando un balón”, escribió el periodista en su columna en el periódico El Espectador.

El bogotano destaca la valentía de Medina de ponerse la camiseta del seleccionado a pesar de las constantes insultos. Además, justifica que contra Brasil el futbolista no tuvo un buen partido pero en gran medida por la falta de apoyo de sus compañeros ante los ataques de Neymar y Marcelo, los mejores en su puesto.

“No sé si exista un solo defensa que en esa materia no sea inferior al 10 de Brasil. La clave era no dejarlo recibir la pelota y esa responsabilidad, como todas en el fútbol, es primero colectiva que individual”, recalca Casale.

Otros periodistas concordaron con esta opinión y lo reflejaron en sus cuentas en redes sociales:

Incluso, la comunicadora Andrea Guerrero recordó una de las razones por las que en redes se le muestra tanto odio a este jugador de la Selección Colombia:

Efectivamente, en 2013, cuando comenzó el matoneo contra Stefan Medina después de su mal debut en la titular de Colombia en eliminatorias frente a Uruguay, los primeras cinco primeras cuentas que trinaron improperios contra el futbolista con el hashtag #ElHuecoEsMedina, se reconocen en sus biografías como hinchas de Millonarios, registra la revista DonJuan.

Sobre aquel momento en Uruguay, Antonio Casale recordó en su columna que vio a Medina “en el aeropuerto de Montevideo mientras lloraba leyendo los insultos que caían sobre él en las redes. No le hablé ni le he hablado nunca, no lo conozco, pero ese día entendí que es muy fácil escudarse detrás de un computador para acabar con la honra de los demás cobardemente”.

 

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