Obama rindió tributo a la leyenda del boxeo y dijo que fue “un hombre que luchó por lo que era justo” y que con su victoria fuera del ring, en defensa de la igualdad de todas las personas, ayudó a construir un mundo mejor.

“Muhammad Ali sacudió el mundo. Y el mundo es mejor gracias a él. Todos somos mejores por ello”, consideró Obama en un comunicado, en el que trasladó su pésame y el de la primera dama, Michelle Obama, a la familia del mito, fallecido anoche a los 74 años de edad por problemas respiratorios en un hospital de Phoenix.

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En su nota, Obama confiesa que en su estudio privado, al lado del despacho Oval, guarda en una pequeña exposición un par de guantes y una fotografía de Muhammad Ali, entonces un joven campeón de solo 22 años que “rugía como un león” tras haber derrotado al boxeador Sonny Liston en un ring de Lewiston, en el estado de Maine.

Esta fotografía tomada en mayo 1965 durante el campeonato del mundo de boxeo de peso pesado es una de las más populares de Ali y tiene un significado simbólico porque, a partir de ese momento, el boxeador comenzó un carrera única e histórica.

“El Ali que llegué a conocer cuando crecí no era solo un poeta tan hábil en el micrófono como lo era en el ring, sino un hombre que luchó por lo que era correcto. Un hombre que luchó por nosotros”, resalta Obama, que menciona las comparecencias públicas de Ali con Martin Luther King y el expresidente sudafricano Nelson Mandela.

“Estuvo con King y Mandela, se plantó cuando era difícil, manifestó su opinión cuando otros no lo hacían. Su pelea fuera del ring le costaría su título y su posición pública. Le ganaría enemigos de la izquierda y la derecha, que le maldijeron y casi le envían a la cárcel. Pero Ali se mantuvo firme”, subraya Obama.

La última batalla que Ali libró, retirado del boxeo desde 1981, fue contra la enfermedad de Parkinson.

El fallecimiento de Ali va más allá del mundo del boxeo y repercute en la sociedad estadounidense, que hoy despide a un icono que llamó a la igualdad de todas las personas sin importar su religión, condición social y color de piel durante la convulsa década de los 60, en plena lucha por los derechos civiles.

Fuera del ring, fue famoso por sus mensajes de libertad, paz e igualdad, así como por su rechazo a la guerra de Vietnam y al servicio militar.

Hablan los deportistas

LeBron James, basquetbolista de los Cavaliers de Cleveland que está en Oakland, donde disputa las sextas Finales de la NBA consecutivas, dijo sentirse triste por el fallecimiento de Ali, pero orgulloso de todo lo que hizo por los deportistas negros desde que llegó al boxeo.

“Su clase dentro del cuadrilátero trascendió para siempre, pero sobre todo lo que hizo, cuando nos abrió a todos los deportistas negros las puertas para que ahora tengamos todo lo que queramos conseguir”, declaró James. “No era simplemente el mejor por cómo dominaba a sus rivales, sino por lo que hizo por los demás y los más necesitados”.

James, que se ha convertido en uno de los profesionales más comprometidos con los asuntos polémicos que afectan a la sociedad y la comunidad negra, reconoció que Ali es uno de los que más le han inspirado para seguir adelante con la filosofía de aprovechar la fama y fortuna que posee para que puedan tener un impacto positivo en las personas que están fuera del baloncesto.

“La personas olvidan lo que tú haces como profesional”, declaró James. “Se olvidan de los títulos y las demás cosas que puedes conseguir como profesional, pero de lo que nunca se olvidan es de como tú los haces sentir con las acciones”.

Mayweather Jr., por su parte, que se ha convertido en el púgil de mayores ganancias en la historia del mundo del boxeo, destacó que gracias a lo que hizo Ali él ha podido conseguir lo que ahora tiene.

“Pavimentó los caminos, nos abrió las puertas a los deportistas negros para que, en mi caso, haya podido conseguir lo que ahora tengo”, destacó Mayweather Jr. “Ha muerto un gran hombre y hemos perdido a una leyenda y un héroe”.

Su genialidad más allá del boxeo

Pero la trayectoria profesional del legendario Ali también estuvo marcada siempre por sus genialidades antes, durante y después de cada una de las 61 peleas que realizó.

Antes de que subiese al cuadrilátero ya había generado una expectación inusitada con su dialéctica, irreverente, mezcla de premonición, confianza, sentirse superior y sobre todo ganador.

Tampoco callaba durante la pelea, y mucho menos cuando las concluía con triunfo en 56, incluidas 37 por la vía del nocáut, y cinco derrotas.

Esa personalidad, única y extrovertida, hizo que en 21 años que estuvo como profesional, incluidos tres y medio de suspensión sin poder boxear por negarse a ir a la guerra de Vietnam, le diese tiempo a expresar frases que ya forman parte de la historia del boxeo y del deporte estadounidense y mundial.

  • La más definitoria del tipo de boxeador que era cuando dijo la de “vuela como mariposa, y pica como abeja. ¡Ruge, joven, ruge!”, antes de su primera pelea ante Sonny Liston en 1964.
  • Al negarse el 17 de febrero de 1966 a cumplir con la llamada a filas para ir a la guerra de Vietnam se limitó a decir: “No tengo ningún problema con el Vietcong”.
  • También al ser cuestionado sobre el mismo asunto por el periodista Robert Lipsyte, del New York Times, en una entrevista, Ali le dijo: “¿Hablas en serio? Tengo que quedarme aquí y conducir a mi gente al hombre correcto, Elijah Muhammad”.
  • La justificación que dio cuando el 30 de junio de 1967 decidió cambiarse de nombre y explicó que “Cassius Clay era el nombre del negrero”.
  • La manera como reaccionó cuando le preguntaron el 9 de marzo de 1971, un día después de perder ante el legendario Joe Frazie, y uno de sus asistentes quiso echar a los periodistas de la habitación del hotel donde se encontraban: “No, dejen que se queden. Hablo cuando gano, tengo que hablar cuando pierdo”.
  • La sentencia a su favor del Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos, el 28 de junio de 1971, tras evadir el alistamiento para ir a la Guerra de Vietnam, le generó la expresión de “Ya celebré. Recé a Alá”.
  • También sobre el mismo asunto y los intentos del gobierno de enviarle a presión. “Ellos hicieron lo que les pareció correcto, y yo hice lo que me pareció correcto”.
  • Su triunfo sorpresa ante George Foreman, en Kinshasa, el primero de octubre de 1974, que recuperó el título mundial del peso pesado. “Les dije a todos mis críticos que soy el mejor de la historia. Nunca esperen que pierda hasta que tenga unos 50 años”.
  • En cuanto a su compromiso social como negro que se sintió discriminado, Ali dijo: “No puedo hablar el inglés perfecto de los blancos, pero tengo sabiduría”.
  • También dijo: “Soy América. La parte que no van a reconocer. Pero acostumbraos a mí. Negro, confiado, chulo, a mi nombre, no el suyo; mi religión, no la suya; mis metas, la mía propia; acostumbrarse a mí”.
  • Su compromiso con la religión del Islam, al que se convirtió le hizo decir: “Alá es el más grande. Yo solo soy el boxeador más grande”.
  • También le hizo famosa la frase de “el servicio que haces por los demás es el alquiler que pagas por tu habitación aquí en la Tierra”, recordaba siempre Ali cuando le preguntaban por la ayuda que siempre dio a los más necesitados.

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