Así lo describe CNN, que dice que la idea es “utilizarlos en momentos clave tales como el ascenso a una cumbre o el fin de una etapa”.

A pesar de que hay rumores de que se han usado en las carreras ‘top’ como el Tour, hasta ahora no hay prueba de que haya sido así.

En enero, sin embargo, la ciclista belga Femke Van den Driessche fue atrapada infraganti con un dispositivo motorizado en los Campeonatos de Ciclocross sub-23, y fue sancionada por 6 años.

Tras ese hecho, el vigente campeón del Tour, Chris Froome, expresó a Cyclingnews —citado por The Guardian— que él le había manifestado su preocupación a la Unión Ciclista Internacional (UCI) por este tema un año atrás y que sugirió hacer indagaciones a las bicicletas con mayor regularidad.

El Tour 2016 no es la excepción en este sentido, ya que la UCI declaró que realizará entre 3.000 y 4.000 exámenes a los ‘caballitos de acero’ a lo largo del certamen, por medio de una tableta y una cámara térmica, según señala OK Diario.

Añade el texto que en menos de un minuto se obtienen resultados de las revisiones y “si se encuentra algo inusual, la bicicleta será desmantelada por completo para examinar en profundidad”.

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