La investigación de la Fiscalía señala a Jesús Antonio Ramírez Martínez como el presunto autor de la masacre ocurrida en el club nocturno, en donde luego de “compartir íntimamente con una de las mujeres que prestaba sus servicios” se percató de que no tenía su teléfono celular.

Pensando que tal vez se lo habían robado, el hombre enloqueció y de inmediato se fue a buscar a un responsable.

“Amenazó a los propietarios y clientes del lugar advirtiendo que no sabían con quién se habían metido, que pronto lo volverían a ver y que lo iban a recordar para siempre”, explicó la trabajadora sexual, que sirve como testigo, a la Fiscalía General de la Nación.

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Lo cierto es que el señalado pistolero “llegó al rato, desenfundó su arma de fuego, disparó contra todo el mundo y provocó graves heridas a cuatro personas”. Tres de ellas murieron en un hospital y la otra permanece en grave estado de salud.

Ramírez Martínez fue enviado a prisión mientras avanza la investigación, ya que el argumento del juez de garantías que asumió su caso es que “se trata de una persona peligrosa para la comunidad, con poco o nada de respeto por la vida de sus semejantes”.

Este trino muestra imágenes del hombre durante la audiencia.

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