La condena es contra el expatrullero de la Policía Andrés Díaz Zabaleta y su expareja Josefa Cardona quienes, según la investigación de la Fiscalía, “asesinaron e incineraron a Kellys Zapateiro Guzmán para robarle su bebé, de ocho meses de gestación”.

El organismo investigador pudo comprobar, luego de dos años de seguimiento, que a la víctima le extrajeron la criatura del vientre “con un procedimiento rudimentario que pretendía parecerse a una cesárea, y luego escondieron sus restos en un lote contiguo a la Estación de Policía de la vereda Manzanillo del Mar, Cartagena (Bolívar), donde trabajaba Díaz Zabaleta”.

Entre tanto, Josefa Cardona salió corriendo con el bebé hasta un hospital cercano, en donde aseguró haber dado a luz en la calle. Incluso, dice la información, “hasta residuos de líquido placentario tenía en sus genitales”.

Foto: El Heraldo
Foto: El Heraldo

Aunque parecía un crimen perfecto, pues Cardona vivía con otro hombre al que le hizo creer que estaba embarazada y por eso quería robarse el bebé de su amiga, un perro y una llamada telefónica permitieron descubrir la mentira.

Lo que nunca imaginó esta pareja, es que testigos vieron al canino jugando con una mano y de inmediato dieron aviso a las autoridades. También, agrega la Fiscalía, la mujer hizo una llamada comprometedora desde el celular de su cómplice.

“Ante todas esas pruebas, cotejaron el ADN de la mano que encontraron y el del bebé, y corroboraron que efectivamente el pequeño no era de Cardona sino de Zapateiro”, apunta la Fiscalía.

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Por su parte, la juez concluyó que “el bebé fue el móvil del crimen” y que a la joven, de 28 años, la “desparecieron y dieron muerte para hacer creer a los demás que su hijo era de Josefa”, de acuerdo con El Universal.

Además de dictar condena, a la que no asistieron los involucrados, la juez ordenó que tendrán que pagar una multa de 3.375 salarios mínimos mensuales vigentes.

No obstante, agrega ese medio, las autoridades no han logrado establecer el método que utilizaron para desaparecer a la mujer. Tampoco, el sitio en donde ocultaron el resto de su cuerpo.

Díaz  Zabaleta está preso en una cárcel de Sabanalarga (Atlántico), mientras que la mujer sigue recluida en la penitenciaría del Buen Pastor en Barranquilla, en donde hace un mes fue vinculada a una banda de extorsionistas que delinquía desde prisión.

Ahora, los abogados que los defienden intentarán apelar la condena.

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